domingo, 4 de febrero de 2018

Plagas y enfermedades de las plantas

Plagas y enfermedades de las plantas

Tipos de peligros y de emergencias
Las plagas y enfermedades transfronterizas de las plantas afectan a los cultivos alimentarios, lo que causa pérdidas significativas a los agricultores y amenaza la seguridad alimentaria.

La propagación de las plagas y enfermedades transfronterizas de las plantas ha aumentado drásticamente en los últimos años. La globalización, el comercio y el cambio climático, así como la menor capacidad de recuperación de los sistemas de producción debido a la intensificación de la agricultura durante años contribuyen a ello.
Las plagas y enfermedades transfronterizas de las plantas pueden propagarse fácilmente a varios países y alcanzar dimensiones de epidemia. Los brotes y los recrudecimientos pueden provocar pérdidas enormes de cultivos y pastos, poniendo en peligro los medios de vida de los agricultores vulnerables y la seguridad alimentaria y nutricional de millones de personas cada vez.

Fungicidas:





los fungicidas son sustancias tóxicas que se emplean para impedir el crecimiento o eliminar los hongos y mohos perjudiciales para las plantas, los animales o el hombre. Todo fungicida, por más eficaz que sea, si se utiliza en exceso puede causar daños fisiológicos a la planta. Fungicida. Son sustancias tóxicas que actúan sobre hongos patógeno que producen enfermedades criptogámicas, se emplean para impedir el crecimiento o para matar los champis perjudiciales para las plantas, los animales o el hombre.
Como todo producto químico, debe ser utilizado con precaución para evitar cualquier daño a la salud humana, a los animales y al medio ambiente.
Se aplican mediante rociado, pulverizados, por revestimiento, o por fumigación de locales. Para tratamientos de otros materiales como madera, papel, cuero...se aplican mediante impregnación o tinción. Otra forma de administrarse, es a modo de medicamentos (ingeridos o aplicados), en tratamiento de enfermedades humanas o animales.
La mayoría de los fungicidas de uso agrícola se fumigan o espolvorean sobre las semillas, hojas o frutas para impedir la propagación de la roya, el tizón, los mohos, el mildiu, oidio, botrytis... (enfermedades de las plantas).
Existen tres enfermedades graves causadas por hongos que hoy pueden ser combatidas por medio de fungicidas, son la roya del trigo, el tizón del maíz y la enfermedad de la patata, que causó la hambruna de la década de 1840 en Irlanda.

Los fungicidas se pueden clasificar según su modo de acción, su composición y su campo de aplicación.
Tipos de fungicidas según su modo de acción

  • Fungicidas protectores: también llamados de contacto, se aplican antes de que lleguen las esporas de los hongos. Actúan solamente en la superficie de la planta donde el fungicida ha sido depositado y evitan que los esporangios germinen y penetren las células. Por ello se recomienda cubrir la mayor parte de la planta con este tipo de productos.
Fungicidas sistémicos:
  • también llamados sistémicos o sistemáticos, se aplican para el tratamiento de la planta ya enferma por hongos. Son absorbidos a través del follaje o de las raíces y se movilizan por toda la planta. Otros productos sistémicos, conocidos como fungicidas translaminares tienen la capacidad de moverse del lado superior de la hoja al inferior, pero no de hoja a hoja. Los fungicidas sistémicos afectan varias etapas de la vida del hongo.
  • Los fungicidas sistémicos se pueden mover en dos sentidos:
  • - en forma acrópeta: hacia arriba por los vasos del xilema
  • - o en forma basípeta: hacia abajo por el floema
Tipos de fungicidas según su composición
  • Compuestos de cobre: La, desarrollada en 1882 y, fue el primer fungicida eficaz. Durante muchas décadas fue empleada en una gran variedad de plantas y árboles frutales.
  • Compuestos de mercurio:
  • Compuestos de estaño
  • Compuestos de Zinc
  • Compuestos de azufre:
  • Ditiocarbamatos:
  • Carbamatos:
  • Hidrocarburos halogenados:
  • Nitrocompuestos aromáticos:
  • Compuestos de mercurio: cloruro mercurioso, óxido mercúrico, lactato de mercurio, acetato metoxietilmercúrico, cloruro metoxietilmercúrico, acetato fenilmercúrico.
  • Compuestos de cobre: cloruro de cobre, oxicloruro de cobre, óxido cúprico, sulfato de cobre, quinolinolato de cobre-8, carbonato de cobre básico, naftenato de cobre, sulfato de cobre, cromato de cobre, oleato de cobre.
  • Compuestos de estaño: acetato de fentina (acetato de estaño trifenilo), cloruro de fentina (cloruro de estaño trifenilo), óxido de estaño butilo, hidróxido de estaño triclorohexilo.
  • Compuestos de zinc: cloruro, cromato, oleato y naftenato de zinc.
  • Otros compuestos metálicos: permanganato potásico, cloruro de cadmio, sulfato ferroso, arsonato férrico monometilo, sulfito de metilarsénico, naftalenato de cromo, etc.
Tipos de fungicidas según su campo de aplicación
  • Uso en revestimientos de semillas.
  • Uso para desinfección del suelo.
  • Para aplicación sobre las plantas.
Los fungicidas de hoy, mucho más variados, se emplean de un modo más selectivo, para combatir hongos específicos en plantas específicas. Otros fungicidas de uso común son los compuestos orgánicos de mercurio, eficaces en el tratamiento de las semillas antes de la siembra, y los ditiocarbamatos, compuestos que contienen azufre y se aplican en una gran variedad de cultivos, árboles y plantas ornamentales.
También hay fungicidas biológicos, como el aceite de nem, que se extrae del fruto del árbol de nem, y no son tóxicos para el hombre, tampoco para los animales y respeta a algunos insectos, ya que también es insecticida.[c
Planta
se aplican para controlar enfermedades provocadas por hongos que afecten a tallos, hojas, flores y frutos. En este caso se distinguen dos tipos de fungicidas: a) de contacto: son incapaces de penetrar en el interior del vegetal. b) sistémicos: atraviesan la cutícula y alcanzan vía floema diferentes puntos del vegetal.
Tipos de hongos
No todos los hongos parasitan a la planta de la misma forma; hay dos tipos de hongos según el lugar donde crezcan:
  • Epifitos: hongos de crecimiento externo.
  • Endófitos: hongos de crecimiento interno.


Los endófitos son los más numerosos; en ellos el micelio se desarrolla en el interior de tejidos vegetales, aunque hay casos en que aparentemente el micelio crece en el exterior para que las esporas se puedan dispersar. Los síntomas del ataque de endófitos son cambios de coloración, manchas, moteados y clorosis (a veces se confunden con deficiencias nutritivas) y podredumbre del tejido vegetal. Para controlar este tipo de hongos hacen falta fungicidas que penetren al interior de la planta (fungicidas sistémicos).
Para ambos tipos, las enfermedades causadas por hogos aparecen siempre de la misma manera: en la superficie del vegetal se deposita una espora, la cual bajo condiciones ambientales favorables (alta humedad y T templada) germina; luego el hongo penetra al interior del tejido (caso de ser endófito) o crece en superficie (epifito).
Los tratamientos para hongos pueden ser:
Preventivos: encaminados a evitar la germinación de las esporas. Se usan fungicidas de contacto. Previene la infección.
Curativos: sí objetivo es destruir el micelio ya formado. Se usan fungicidas de contacto para epifitos y sistémicos para endófitos.
La incidencia de una ataque por hongos no es la misma todos los años; depende de las condiciones ambientales. Las infecciones suelen ser en primavera y otoño para cultivos a la intemperie, mientras que en cultivos protegidos suceden en todas las estaciones. Los fungicidas se usan mucho en los cultivos, ya que existen muchos tipos de hongos y también porque existe resistencia de hongos a un determinado fungicida. Si el fungicida tiene un punto de acción muy concreto, más fácilmente aparece la resistencia al fungicida.





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