La apicultura
La
apicultura (de latín apis, abeja)
es el mantenimiento de las colonias de abejas,
comúnmente en las colmenas, por los seres humanos. Un apicultor mantiene las
abejas con el fin de recolectar la miel y otros productos de la colmena
(incluyendo la cera de abejas, el propóleo, polen y jalea real), para polinizar
los cultivos, o para producir abejas para su venta a otros apicultores. El
lugar donde se guardan las abejas se llama apiario o “patio de abejas”.
PRODUCTOS Y
SUBPRODUCTOS.
Sus aplicaciones. Cuando se mencionan los productos de
las colmenas inmediatamente se hace referencia a la: La miel: Es una sustancia
viscosa y dulce, producida por las abejas a partir del néctar de las flores. La
abeja, cuando trae a la colmena el néctar aguachento, claro, que liba en las
flores, tiene que condensarlo, pero al mismo tiempo comienza a trabajarlo,
amasándolo, cambiándolo de lugar, uniformando su composición, pero sobre todo
agregándole ciertas sustancias que segrega. Obteniéndose así un producto muy
diferente al néctar original por su composición y propiedades que es la “miel”.
Por lo tanto la abeja introduce en la miel sus fermentos-enzimas. El color de
la miel varía, puede ser amarillo grisáceo, también puede darse el caso que
tome color rojizo y otras veces verdoso. Tal variedad de colores depende de la
variedad de especies vegetales visitadas por las abejas pecoreadoras. La miel
es un alimento y un complemento muy apreciado en la dieta humana. Posee un
efecto energético y estimulante rápido y eficiente, porque ya está predigerido.
Contiene además, sustancias benéficas para el organismo: una serie de vitaminas
y de minerales, como así también antibióticos: una sustancia antialérgica y
otra cicatrizante, de gran valor. La miel tiene aplicaciones medicinales, es ya
tradicional para curar afecciones respiratorias, del hígado (por el tipo de
glucosa que posee), enfermedades cardíacas, enfermedades gastrointestinales,
suele emplearse en la cura de úlceras, calma los nervios y es un eficaz e
inofensivo sedante.
La cera
La cera de abejas es una sustancia grasa con propiedades
que la distinguen de las otras ceras vegetales o minerales. La producen cuatro
pares de glándulas, denominadas cereras, que las abejas obreras poseen en la
parte inferior del abdomen. La abeja segrega la cera como una emulsión que se
seca al tomar contacto con el exterior. Para producir un kg de cera las abejas
necesitan consumir aproximadamente 6 o 7 kg de miel. La cera es el elemento que
las abejas utilizan para la construcción de pañales y para realizar los
opérculos con que se sellan las celdas con miel. Este producto de la colmena,
ofrece diversos usos:
En la industria
cosmética.
En la fabricación de papel carbón.
En la producción
de ceras para el piso y para zapatos.
En la elaboración
de velas.
Los panales
Los panales son construcciones que fabrican las obreras y
se hallan constituidos por celdas o alvéolos donde ellas depositan el néctar,
la miel y el polen y en las cuales la reina desova y se desarrolla el ciclo
biológico de la abeja.
El polen
El polen es el elemento masculino de las plantas y se
encuentra en las flores en forma de un polvillo muy fino. Para transportarlo a
las colmenas, las abejas lo impregnan con saliva y néctar formando pelotitas
(pellets) que ubican en las corbículas, una especie de bolsitas que tienen en
el tercer par de patas. El polen constituye una parte fundamental en la
alimentación, tanto en forma directa, para alimentar las crías de más de tres
días, como en la producción de jalea real, sustancia que nutre a las larvas y
reinas. Esta sustancia posee excelentes propiedades, tanto para las abejas como
para el consumo humano. Su uso diario y dosificado brinda una sensación de
fuerza y resistencia al cansancio.
El propóleo
Es un material
resinoso que las abejas juntan de árboles, especialmente de los brotes de
sauces, álamos, coníferas y robles que enriquecen con sus propias secreciones.
Las abejas los utilizan para tapar grietas de la colmena y así evitar pérdidas
de calor durante el invierno, desinfectar y defenderse de las enfermedades,
aislar las partículas extrañas de la colmena y evitar su descomposición.
Las aplicaciones del propóleo son diversas:
En cosméticos.
En Pinturas y
barnices.
En medicina veterinaria.
En medicina: como cicatrizante, antibiótico en
infecciones de vías respiratorias y digestivas, antiséptico en cirugías dentarias,
etc.
La jalea real
Las abejas elaboran la jalea real a partir del consumo de
polen y su principal característica es su alta concentración proteica.
Es un alimento fundamental para las abejas cuando son
larvas hasta cumplir los tres días de vida, de las larvas que serán futuras
reinas, durante todo su ciclo de crecimiento y de la reina durante toda su
vida.
Se le atribuyen propiedades:
Anti inflamatorias
Regeneradora y
cicatrizante en lesiones cutáneas.
Para tratar
problemas cardiovasculares.
Es empleada en
industrias dietéticas y cosméticas.
El veneno de abeja o
apitoxina
Las abejas tienen almacenado veneno en un saco, es un
líquido claro y aromático, que se vacía en el aguijón. Se elabora en las
glándulas situadas en la parte posterior del último segmento abdominal. El
veneno se produce como una estrategia para su defensa y no pueden renovar su
provisión una vez utilizado. La apitoxina es un producto que se emplea en
medicina por su efecto antiartrítico, en la preparación de antialérgicos y como
anticoagulante.
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